El crecimiento de la recaudación de IBI en los últimos años

El sector de la vivienda está pasando actualmente por momentos de cambios y experimentando una fuerte evolución. Específicamente, en los últimos años se ha vivido la conocida crisis del ladrillo al pararse la construcción de nuevas promociones inmobiliarias por completo. Hasta ese momento, lo habitual era que los Ayuntamientos aumentasen cada año la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles ya que el número de viviendas crecía sin parar.

Como ya sabrás, el IBI es el impuesto sobre Bienes Inmuebles que se encuadra en el sistema tributario local de España. Todos los Ayuntamientos están obligados a reclamarlos, grava el valor de la titularidad de dominio y otros derechos que recaen sobre bienes inmuebles. Así, los propietarios de viviendas, edificios o parcelas deben pagar un tributo al Ayuntamiento que les corresponde. Se trata de un tributo local.

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda reflejan que la recaudación del IBI superó en 2014 los 13.145 millones de euros por primera vez. Así, en la última década se han duplicado los ingresos derivados por parte del tributo local que pagan los propietarios de los inmuebles. Los datos fueron publicados en el tercer cuatrimestre del pasado año. Gracias a estas cifras, el IBI es el impuesto que mejor ha evolucionado hacia el interés de las arcas públicas. Sólo le supera el IRPF, el IVA y el impuesto sobre sociedades.

Esto provoca que los ayuntamientos sean la única administración que ingrese más dinero del que gasta. Aunque se suma a la Ley de Estabilidad, aprobada en 2012 como una medida anticrisis que limita la posibilidad de elevar el gasto municipal. Esto se enfrenta a la situación de números rojos que presenta la Administración central, las comunidades autónomas y la Seguridad Social.

El IBI es el único impuesto del sistema fiscal español cuya recaudación nunca ha disminuido ni caído, ni siquiera en los momentos más mínimos de la crisis económica española. Se trata de un impuesto estable y anti-cíclico. Su supervivencia a la burbuja inmobiliaria se debe a la mera tenencia y no a la compraventa de inmuebles.

En una década la recaudación se ha duplicado. En el año 2006, los ingresos por IBI sumaban solamente 6.000 millones. Ningún otro impuesto ha experimentado este aumento del 112 %. Entre 2004 y 2014, los ingresos del IRPF aumentaron un 52 % y los del IVA, un 26 %. Por su parte, en el ámbito autonómico…

En varios medios de comunicación se ha resaltado los resultados de otros dos impuestos en ámbito autonómico: el impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP) y actos jurídicos documentados (AJD) ya que han evolucionado inversamente al IBI. El ITP grava la compraventa de vivienda y el AJD grava la formalización de préstamos hipotecarios. En el año 2004 estos impuestos aportaron más de 12.000 millones de euros. Diez años después la recaudación se ha limitado a los 6.561 millones. Es un descenso de casi el 50 %.

Durante el boom inmobiliario, estos dos impuestos significaron una fuente de ingresos muy importante para las comunidades autónomas ya que fue una época de despilfarro en construcciones de obras públicas. El problema es cuando, al llegar la crisis, el caudal de recaudación por parte de estas figuras fiscales se interrumpió bruscamente, provocando un nivel muy alto de déficit público.

No ocurre lo mismo con el IBI por la sencilla razón de que sea quien sea el propietario, este impuesto se debe pagar cada año. Así, la disminución que experimentó la compraventa de viviendas no afectó a su recaudación. Además, la recaudación crece cuando se eleva el valor catastral del inmueble con el simple paso de los años.

Si con esto no fuera poco, el Gobierno liderado por Mariano Rajoy aprobó en 2012 una medida que establecía un incremento del IBI entre el 10 % y el 4 %. Esta medida tenía que durar solamente dos años, sin embargo, ha continuado hasta el día de hoy.

El IBI en Málaga

Si tenemos que comparar Málaga con el resto de España, siempre sale ganando. El pasado mes de octubre, el periódico digital La Opinión de Málaga publicó la noticia de que trece municipios de Málaga tienen los tipos del IBI de toda España. Las localidades de Alameda, Algatocín, Ardales, Benahavís, Benadalid, Casabermeja, Cortes de la Frontera, Istán, Júzcar, Mollina, Monda, Pujerra, Riogordo y Serrato mantienen en el 0,4 % el tipo de gravamen de las viviendas en núcleos urbanos, el mínimo establecido por la ley. Así, ser propietario de una vivienda en estos municipios es extremadamente barato.

Además, otros 16 municipios no alcanzan ni el 0,48 % situándose en una franja de poca presión fiscal de cara a los propietarios de viviendas. En el primer caso, el tipo que se aplica en el IBI es del 0,451 %. Por ejemplo, en el caso de Nerja, que es una zona muy turística, se encuentra en el 0,475 % muy por debajo de la media provincial. Estos datos avalan la moderada presión fiscal que ejercen los ayuntamientos malagueños. Es muy destacable que en Málaga no haya ningún municipio que supere el 1 % de tipo de gravamen en el IBI. Por ejemplo, Alicante -una provincia similar a Málaga de cara a municipios y turismo-el mínimo que aplican algunos de sus municipios es un 1 %, por lo que se muestra la buena situación que presenta Málaga de cara a la compra de una vivienda.

Torremolinos es la localidad con los tipos más altos de la provincia y los tipos del IBI es de un 0,98 %. A su vez, llevan tiempo reclamando que los servicio que presta están muy por encima de los necesarios y se debe atender a población flotante basada en los apartamentos y pisos turísticos que tienen mayor concentración en los meses de verano.

Cómo se calcula el IBI

Volviendo a los datos del IBI, podemos asegurar la estabilidad que ha experimentado su evolución ya que el impuesto se abona cada año. El volumen del impuesto se calcula en función del valor catastral de los inmuebles, el cual se revisa periódicamente por parte de los Ayuntamientos quienes establecen cuál es la cuantía que se debe pagar basándose en dos valores aportados por el Gobierno.

  1. El valor catastral de cada inmueble lo adjudica el Catastro (el censo de los bienes inmuebles de una determinada población que contiene la descripción física, económica y jurídica de las propiedades rústicas y urbanas). Este valor se calcula basándose en diferentes variables como la ubicación de la vivienda, su antigüedad, el coste de las obras, su estado, etc.
  2. Un coeficiente o porcentaje sobre dicho valor catastral que puede elegir el propio ayuntamiento.

Además, cada ayuntamiento puede establecer una serie de bonificaciones o reducciones según lo estipulado por ley o según su criterio.

Publicado el 31/03/2017